milagro(s)
la otra es creer que todo es un milagro.
Albert Einstein
llevo días con dolor (gripe ósea podría llamarse: algo que ataca mis huesos y vísceras y me deja hecha una piltrafa llorosa y asustada). la hipocondría se dispara, resurgen todos esos miedos inconfesables que me taladran la cabeza y que me demuestran una vez más que no compensa vivir así.
y es entonces cuando leo, recién despertada, un correo que levanta mi sonrisa, cual expecto patronum capaz de hacerme creer que sí, que a pesar de todo, sigue compensando seguir (viva):
"(...) pues eso, cuando te levantes ya estarán preparadas las tostadas, el té y la mesa
en el patio, desayunaremos al sol.
luego cogemos el coche de caballos y a R., que viene corriendo detrás y tomamos
el camino que lleva al embarcadero.
esperamos que venga el vaporcito y nos subimos con R. (y las toallas).
el trayecto dura media hora y nos deja en una isla pequeña toda verde (y azul).
paseamos al borde del acantilado y bajamos hasta una playa que conocemos de otras veces.
nos bañamos y caminamos entre las rocas viendo los cangrejos y otros bichos (o animales :-)
hacemos fotos, nadamos, jugamos con R...
cuando nos entra el hambre, porque aunque somos delgadas y fibrosas comemos con ganas,
caminamos hasta una pequeña taberna que hay en el puerto.
tiene mesas bajo un emparrado.
se levanta un poco de viento y nos ponemos tú, el jersey azul de cuello alto, y yo uno verde (el mío está un poco viejo).
pedimos unos berberechos y unos mejillones al vapor, a ti te encantan (a mí también, claro :-)
ah! se está tan bien en el pequeño puerto, bebiendo cañas, comiendo berberechos y charlando. (...)"
PD. detesto los berberechos y los mejillones pero tienen muuucho hierro.
PD2. gracias, chorlito, por tantas mañanas de amor epistolar :-)
PD3. gracias, mi gurú, por la cita milagrosa.
Etiquetas: Albert Einstein, animal, cita, J. K. Rowling