lo más relevante desde mi vuelta al trabajo ha sido descubrir una autora cubana que se llama
Alga Marina Elizagaray, qué hallazgo de nombre,
mon cul, digno de un nuevo seudónimo para
netalga. me he pasado los últimos días catalogando libros descatalogados (valga la cacofonía) de Gloria Fuertes. reconozco libros de mi infancia entre los montones de títulos y cubiertas que ha donado la
señora Sarto, libros que había olvidado haber leído alguna vez. (qué extraña
magdalena llena de polvo y
lepismas.)
al llegar a casa tengo un pequeño momento de vacío zen en mi nueva hamaca-de-playa-de-rayas (dentro del flamante complejo
PPP) y mi gozo se multiplica por mil si tengo la dicha de poner una lavadora y tender con los vencejos volando como locos allá arriba. (sí, tengo un
TOC al respecto: me tranquiliza mirar la ropa tendida en las cuerdas.)
termino de leer los ogros de
Pennac y lamentándolo (pues me parece un tipo simpático) he de decir que me cuesta; me recuerda mucho a
Mendoza, otro tipo bien simpático, y me pone muy muy nerviosa cómo escriben ambos,
dommage.
Rufi revolotea y hace sus pinitos en las distancias cortas: beluga tendrá que dejarle volar pronto muy a su pesar...
Etiquetas: Alga Marina Elizagaray, animal, beluga, Daniel Pennac, Eduardo Mendoza, Gloria Fuertes, literatura, Montserrat Sarto, Rufi