proyectar
nada más salir de casa he oído a una pareja de estorninos cantar de forma inusual y preciosa.
el autobús no se ha hecho esperar, me he sentado al sol junto a la ventanilla. he leído poemas italianos, argentinos, turcos y a John Berger.
he desayunado en el rectorado y me he atrevido a preguntarle al camarero que ya recuerda cada detalle de mi desayuno diario —café con leche fría, vaso de agua, barrita-tostada-como-para-aceite pero después con mantequilla y mermelada de fresa—cómo se llamaba: Moisés, me ha dicho, pero me vale cualquier nombre bíblico.
he mandado dos baberos por correo y he entablado conversación con una doctoranda en clásicas que enviaba tres pesadas tesis en sendos sobres en la cola de Correos. he presumido de amigo profesor de indoeuropeo en la UCM.
Kim Mi Sook me ha dado dos besos (!!!) y me ha dicho que le gustaba mi camiseta de rayas.
y me veo por el campus sonriendo sin razón. y pienso que se trata de esto, tan simple y tan impremeditado, de proyectar(se) y recibir en bumerán la magia de la luz que enciendo yo hoy en este primer día de marzo.
(ahora sólo tengo que aprender a encenderla a voluntad.)
el autobús no se ha hecho esperar, me he sentado al sol junto a la ventanilla. he leído poemas italianos, argentinos, turcos y a John Berger.
he desayunado en el rectorado y me he atrevido a preguntarle al camarero que ya recuerda cada detalle de mi desayuno diario —café con leche fría, vaso de agua, barrita-tostada-como-para-aceite pero después con mantequilla y mermelada de fresa—cómo se llamaba: Moisés, me ha dicho, pero me vale cualquier nombre bíblico.
he mandado dos baberos por correo y he entablado conversación con una doctoranda en clásicas que enviaba tres pesadas tesis en sendos sobres en la cola de Correos. he presumido de amigo profesor de indoeuropeo en la UCM.
Kim Mi Sook me ha dado dos besos (!!!) y me ha dicho que le gustaba mi camiseta de rayas.
y me veo por el campus sonriendo sin razón. y pienso que se trata de esto, tan simple y tan impremeditado, de proyectar(se) y recibir en bumerán la magia de la luz que enciendo yo hoy en este primer día de marzo.
(ahora sólo tengo que aprender a encenderla a voluntad.)
Etiquetas: John Berger
ja.
ja, ja.
:-)
:-)
Feliz marzo.
Lo siguiente que sucederá será extraordinario!
;) bienvenida a la luz.
vaya, yo que venía a cotillearte en tu alegría... este es el sitio perfecto, supongo
Si has pasado esa estupenda mañana,puedes empezar a dar al interruptur más a menudo. Yo también tengo la manía del café con leche fría. Y pedir bollito tostado para poner la mermelada, sin mantequilla porque me deslizo...
Besos