vulcanóloga
volver de una isla volcánica me ha llenado los ojos y el alma (si es que tengo alma, algo dudoso de dirimir). ahora que veo llover desde mi ventana recuerdo el sol blanco y devastador sobre las lavas de mil colores llenas de verdes que surgen del negro como si nada.
el Atlántico y la estepa: he ahí la cuestión.
[entre otras cosas he decidido abandonar la (no)lectura de Las correcciones en la página 387: señor Franzen, me resulta usted un plomo.]
el Atlántico y la estepa: he ahí la cuestión.
[entre otras cosas he decidido abandonar la (no)lectura de Las correcciones en la página 387: señor Franzen, me resulta usted un plomo.]
Etiquetas: Jonathan Franzen, literatura
Muy simpático el elefante de la entrada anterior. Se ha puesto tibio a cacahuetes.
Qué placer cuando uno decide por fin abandonar la lectura de un libro que no acaba de atraparle! Yo no siento frustración, sino liberación, con los miles de libros que hay por leer. Es algo parecido a estar viendo una peli resistiéndose al sueño y por fin abandonarse y dormirse en el sofá... Yo el último libro que abandoné fue "El quinto en discordia" de Robertson Davies, que tan buenas críticas recibió.
..pues has de conocer Lanzarote..
Un saludo.