Acaricio la cabeza del perro del hortelano.
Huele un poco a tristeza entre tomates.
Apuesto conmigo misma:
«si muerde, me quedo».
Y el perro del hortelano ladra, ladra, ladra,
igual que si le fuera la vida en ello.
Laura Casielles
Huele un poco a tristeza entre tomates.
Apuesto conmigo misma:
«si muerde, me quedo».
Y el perro del hortelano ladra, ladra, ladra,
igual que si le fuera la vida en ello.
Laura Casielles
Etiquetas: Laura Casielles, literatura
Tristeza entre tomates...
Me recuerda a nuestros desengaños hortelanos.
"You say tomato, and I say tomato"
;-)
y además, ni come, ni deja comer!