me enseñan una foto de 1994 donde aparecen las dos personas más cercanas a mis tripas [oh, qué pota-eufemismo] hablando en una esquina de una habitación llena de gente. en aquel entonces yo aún no conocía a ninguna de las dos. pero ellas estaban ahí mirándose, hablando, inmortalizadas.
vértigo medemsiano esta vez con foto. y fantaseo con la posibilidad de creer por una vez en algo llamado destino.
Y hay que aclarar, también, que ninguna de ellas dos - intestinas inconscientes - se conocían entonces. Apenas se conocen aún... Y que la persona que tomó la foto hace once años no ha reparado en el guiño del destino hasta anteayer. Y bueno. Qué cosas...
Y hay que aclarar, también, que ninguna de ellas dos - intestinas inconscientes - se conocían entonces.
Apenas se conocen aún...
Y que la persona que tomó la foto hace once años no ha reparado en el guiño del destino hasta anteayer.
Y bueno.
Qué cosas...