las hormonas, qué cabronas
Etiquetas: literatura, Sofía González Calvo
era arponauta a las 10:27
cuando escribí esta dedicatoria no sabía que Ina y la autora del poema se conocían personalmente. oh oh.
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¡casa!
cuando escribí esta dedicatoria no sabía que Ina y la autora del poema se conocían personalmente. oh oh.