"Silencio" me ha evocado los páramos de La Mancha. Para mí ese paisaje llegó demasiado tarde. No me dio tiempo ya a descubrir su naturaleza propia, más allá de la sombra que sobre él proyectaban en mi memoria los que había conocido antes.
De mis años en Madrid recuerdo con intensidad: el monte de El Pardo, coronado de nieve y azul cobalto; una cantera de yeso junto al valle del Jarama (tras cada piedra, una mata de esparto, y tras cada esparto, una liebre); y una tarde en una urbanización abrasada por el sol, cuyo paisaje era una tierra de labor seca, polvorienta y triste. No son suficientes. Hace falta más tiempo. Aquello sólo, me produjo una abrumadora nostalgia por mis paisajes verdes.
"Silencio" me ha evocado los páramos de La Mancha. Para mí ese paisaje llegó demasiado tarde. No me dio tiempo ya a descubrir su naturaleza propia, más allá de la sombra que sobre él proyectaban en mi memoria los que había conocido antes.
De mis años en Madrid recuerdo con intensidad: el monte de El Pardo, coronado de nieve y azul cobalto; una cantera de yeso junto al valle del Jarama (tras cada piedra, una mata de esparto, y tras cada esparto, una liebre); y una tarde en una urbanización abrasada por el sol, cuyo paisaje era una tierra de labor seca, polvorienta y triste. No son suficientes. Hace falta más tiempo. Aquello sólo, me produjo una abrumadora nostalgia por mis paisajes verdes.
Espero que estés un poco mejor, un poquito.
La vida es un río largo pero no tranquilo.
Un saludo
=...(
A esta foto le falta la rueda roja en medio para ser la bandera de los gitanos... El nomadismo... Besos mil
Espero una entrada para saber si estás ahí, y paseas como la señora de la foto, con decisión. El paseo limpia la cabeza.
Un abrazo