01 octubre 2005

17 noviembre 1994

El espíritu de la colmena: la magia de la infancia radica en que todos los objetos nos quedan grandes. Los pies cuelgan de las sillas, hay que empinarse para abrir una puerta, los vasos se cogen con las dos manos y el tazón de la leche te cubre la cara cuando bebes.

Pequeño, grande.

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