tedio
escribo para reflejar la palabra odiosa una vez más.
y mira que sería un buen nombre para un pueblo.
dios, no sé dónde meterme o qué coños hacer o cómo pensar para no seguir cayeeendo...
y mira que sería un buen nombre para un pueblo.
dios, no sé dónde meterme o qué coños hacer o cómo pensar para no seguir cayeeendo...
Etiquetas: Edward Gorey
Propongo un tratamiento de choque: "Memorias de un amante sarnoso", de Groucho Marx; "Los papeles póstumos del Club Picwick", de Charles Dickens -en una proporción de dos páginas del primero por cada cuatro del segundo-. Y entre medias, "1,2,3" (Billy Wilder nunca falla), "La Pantera Rosa" y "El Guateque", de Blake Edwards.
Y despues saldras a la calle, a oler otoños improbables, y todo te parecerá pasado reflejo, irónico y teñido de una agradable melancolía...
Animo, arponera, que el tabaco y oro es para tí.
Pirata, gracias por el contraataque artístico-literario (curiosamente acababa de re-ver la peli de Wilder que me aconsejas buceando en Berlín).
Ya salgo a la calle: el cemento de Madriz es difícilmente conciliable con la melancolía de té-pacotilla de la que adolezco... :-)